El cineasta Nacho Guzmán realizó esta sencilla pero estimulante pieza para la canción “Sparkles and Wine” (Resplandores y Vino) del grupo francés de música electrónica Opal. El ángulo en el cual la iluminación apunta sobre el volumen del rostro y el color de la luz hacen que una mujer sea muchas mujeres, todas parecidas pero notablemente distintas, como si hubieran seguido vidas paralelas, senderos bifurcados o como si mostrara en segundos todo su repertorio de facetas: su alegría, su seducción, su tristeza, su espiritualidad, su inocencia, su ternura, su cólera, su melancolía… En dos minutos podemos ver cómo el ser humano es una multiplicidad: somos otros que integramos en una identidad ilusoriamente inmóvil. Más que tu ser, tu rostro es tu máscara.
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