viernes, 22 de enero de 2010

Reportaje de Al Jazeera en Haití

Esta es la cara más visible de los esfuerzos de ayuda internacional aquí en Puerto Príncipe. La mayoría de los haitianos han visto poca ayuda humanitaria hasta ahora, lo que sí han visto es armas, una gran cantidad de ellas, y transportes militares de personal patrullando las calles. Los soldados de las Naciones Unidas no están aquí para ayudar a la gente a salir de los escombros, están aquí, dicen, para mantener el orden,
Este es el aspecto que tiene de hecho la presencia de las Naciones Unidas en las calles de Puerto Príncipe, muchos uniformes, pasando a gran velocidad en vehículos, portando armas.
A la entrada del aeropuerto de la ciudad, donde la mayoría de la ayuda está llegando, hay rabia y frustración. Los suministros de agua y comida tan necesitados están dentro, los haitianos mantenidos fuera.
Habla un haitiano:
"Traen armas, instrumentos de muerte, no las queremos, no las necesitamos, somos un pueblo traumatizado, lo que queremos de la comunidad internacional es ayuda técnica, acciones, no palabras".
Y más allá del bien protegido perímetro algo más está ocurriendo; aquí, Estados Unidos está tomando el control, parece más la Zona Verde en Bagdad que un centro de distribución de ayuda. Fuerzas militares de Estados Unidos fuertemente armadas patrullan las entradas, incluso dentro del aeropuerto estos soldados nunca van desarmados, ya hay varios miles sobre el terreno y se espera que ese número aumente.
Estados Unidos decide quién aterriza en Haití, y hay un flujo constante de aviones estadounidenses que llegan con gran cantidad de equipo estadounidense sobre el terreno. Mientras tanto, vuelos con ayuda de otras naciones son enviados de vuelta, como un avión mejicano con equipo vital para salvar vidas que dicen no pudo aterrizar el sábado.
“No necesitamos soldados como tales, no hay ninguna guerra aquí.” Patrice Ali es el antiguo ministro de defensa haitiano, está preocupado con la forma en la que los estadounidenses se han apoderado de los trabajos de ayuda. “La elección de quién aterriza y quién no aterriza, la prioridad de los vuelos, debería determinarse por los haitianos, de otra manera es una usurpación y lo que puede ocurrir es que las necesidades de los haitianos no se tengan en cuenta sino solo la forma en que un país extranjero define las necesidades de Haití o que intente imponer su propia agenda.”
Mientras que los operativos de ayuda que llegan al aeropuerto crecen rápidamente, los cuerpos aún se pudren en las calles, y los haitianos siguen cavando en los escombros por sí solos y preguntándose cuándo llegará la ayuda que de verdad necesitan.
Un amarga chiste dice que cuando un ministro haitiano se lleva el 15 por ciento lo llaman “corrupción” y cuando una ONG se lleva el 50 por ciento lo llama “gastos indirectos”…
Transcrito y traducido por Mariola García Pedrajas